viernes, 4 de mayo de 2012

Lifevest under your seat


Señores pasajeros buenas tardes
y Nueva York al fondo todavía,
delicadas las torres de Manhattan
con la luz sumergida en una muchacha triste,
buenas tardes señores pasajeros,
mantendremos en vuelo doce mil pies de altura,
altos como su cuerpo en el pasillo
de la Universidad, una pregunta,
podría repetirme el título del libro,
cumpliendo normas internacionales,
las cuatro ventanillas de emergencia,
pero habrá que cenar, tal vez alguna copa,
casi vivir sin vínculo y sin límites,
modos de ver la noche y estar en los cristales
del alba, regresando,
y muchas otras noches regresando
bajo edificios de temblor acuático,
a una velocidad de novecientos
kilómetros, te dije
que nunca resistí las despedidas,
al aeropuerto no,
prefiero tu recuerdo por mi casa,
apoyado en el piano del Bar Andalucía,
bajo el cielo violeta
de los amaneceres de Manhattan,
igual que dos desnudos en penumbra
con Nueva Cork al fondo, todavía
al aeropuerto no,
rogamos hagan uso
del cinturón, no fumen
hasta que despeguemos,
cuiden que estén derechos los respaldos,
me tienes que llamar, de sus asientos.

Luis García Montero

jueves, 23 de febrero de 2012

Aunque sea un rato

Hoy no llueve a todo trapo, el sol brilla sobre los edificios, el cielo está despejado y la temperatura es más propia de la primavera que del invierno. Los bocadillos se han terminado hace ya rato y el tiempo pasa despacio. Muy lentamente, minuto a minuto, segundo a segundo. Empieza a refrescar y ella se pone su chupa de cuero sobre sus pitillos negros. Hace ya rato que han pasado las seis.45 minutos, 3826, cada vez queda menos. Apenas cinco minutos separa a ese grupo de amigas de una guitarra y un pañuelo. Entran, mucha gente, demasiada. Una sala pequeña, mejor así. Tercera fila centrada, aunque no están en el cine. Dos guitarras esperan en el centro del escenario. Por fin sale. Es un chico delgado, mucho, alto, con el pelo rizado cubierto por un sombrero y un pendiente en una de sus orejas. Nadie pensaría que podría armar tanto revuelo, pero, coloca la guitarra sobre sus manos, la acaricia, abre la boca y empieza a cantar. Entonces, todo se aclara y encaja. Entonces la chica del jersey verde sabe que debe estar ahí. Mira, escucha, graba y, sobre todo, canta esas canciones y esas frases que tanto le han marcado. De la mano de sus amigas sabe que todo está bien. Salen todos. Ha sido demasiado corto. Buena idea, saldrá por detrás. Una foto, por favor, una foto. Pero el AVE no espera a nadie, ni a una estrella de rock. Vuelven a casa, como cada tarde, pero esa es distinta y le viene una frase a la cabeza. Sonríe sin que nadie se de cuenta. Todo ha sido perfecto AUNQUE SEA UN RATO.
!QUE GRANDES!

lunes, 2 de enero de 2012

Laughing in the rain :)

Hacia dos años y medio que no visitaba aquellos edificios, 848 que no paseaba por esas calles, y, después de todo ese tiempo, tengo que decir, que no estaba equivocada. Me encanta la sensación que me producen las nubes grises cuando cubren todo mi campo de visión si levanto la cabeza y miro al cielo, la tranquilidad que dan los parques aunque no los iluminen los rayos del sol, la emoción de pasar por esas calles llenas de tiendas y el roce frío de las gotas de lluvia sobre mi piel. Mi sitio está allí, y, aunque todavía no es el momento, pronto llegará. Durante tres días he sido feliz, y hacía mucho tiempo que no me podía describir a mi misma con ese adjetivo. Ahora sé que no pasarán otra vez dos años hasta la próxima vez que vuelva, porque prometo hacerlo antes. De momento, tengo la certeza de que Londres me está esperando.  






X.O. X. O
Y

viernes, 16 de diciembre de 2011

He vivido alguna vez lo que está pasando...

No se como acabará todo al final. Seguramente cenando gratis durante cinco años gracias a las apuestas que tengo con una amiga y que voy a ganar. Lo más gracioso es que aún así me gustaría perderlas. Estoy harta de todo: de vivir mi vida por vivirla, sin hacer cosas que realmente me importen; de estar deprimida 25 horas al día, 8 días a la semana y 13 meses al año; de salir por obligación, por no quedar mal o porque piensen q soy rara porque odio ir de fiesta; de que no me salga nunca nada bien y que a todo el mundo le salgan las cosas mejor que a mi... Podría seguir con la lista hasta llenar varios folios pero todo seguiría igual, no serviría de nada. Y aunque no me guste admitirlo, sé que no es mi vida la que tiene que cambiar, soy yo. El problema es que no se como hacerlo. 

miércoles, 7 de diciembre de 2011

So I watch my life in pictures...

Mi vida es así, una puta serie de fotografías que cuentan una historia que no vale ni para un libro malo. Vivo en el pasado, mirando constantemente esas imágenes y pensando en lo bien que estaba entonces, en que todo era perfecto y que me gustaría volver atrás en el tiempo. El problema es, que viviendo en el pasado me pierdo el presente. Cuando miro las fotos me doy cuenta de que entonces pensaba, exactamente igualmente que ahora, que probablemente dentro de unos meses todo iría mejor, y mira ahora, que no es que no haya mejorado, es que todo ha ido a peor. Poco a poco se ha derrumbado todo mi  mundo y a mi alrededor solo quedan unas pocas cosas en pie. Lo más gracioso de todo esto es que ahora que me doy cuenta de que hay que aprovechar el presente, ya no me queda nada que aprovechar. No se si será por mi tendencia a ver todo de color negro o simplemente porque las cosas son así y no hay nada que hacer.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Ojalá me equivoque...

Muchas veces me imagino mi vida dentro de unos cuantos años. Se podría decir que más que en el presente vivo en el futuro y la mayoría de cosas las hago para conseguir lo que quiero. Cuando pienso en como será todo entonces, siempre me imagino lo mismo. Los años de la universidad compartiendo piso con mi mejor amiga, porque a pesar de todas las dificultades, hemos sabido seguir juntas. El típico piso en el centro, en plan comedia romántica en la que viven las protas y se lo pasan genial. Años más tarde, creía que acabaría viviendo en Londres, y aunque sé que probablemente ella no vendría conmigo y nuestros caminos se separarían, seguiríamos en contacto y nos visitaríamos.

Ahora sé que esto no va a ser así, que, con suerte, seguiremos siendo amigas los dos años que quedan de bachiller, pero que cuando se acabe el instituto, se acabara también nuestra amistad. Que no viviremos juntas ni viajaremos pro Europa visitando ciudades maravillosas porque eso sólo pasa en mis libros. Aunque no me guste admitirlo, probablemente cuando pase un tiempo ni siquiera se acordará de mí pero, a pesar de ello, también sé que dentro de unos años, el día 14 de septiembre buscaré esta entrada de este blog y me acordaré de los buenos momentos, de los enfados, las tonterías y todas las cosas que ha hecho por mí.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Bye bye love ♥

En la pantalla del ordenador aparecen unos créditos blancos sobre un cielo azul celeste mientras suena una canción del cantante del momento. Acaba otra de esas películas que veo de vez en cuando (o cada poco) aunque no entienda por qué me gustan si lo único que hacen es deprimirme aún más. Estoy hasta las narices de todas las historias de amor que siempre terminan igual, con los protagonistas dándose un largo beso después de darse cuenta de que están hechos el uno para el otro. No quiero ver a Mario Casas sin camiseta (bueno, eso no es del todo cierto XD)  diciendo que se siente A TRES METROS SOBRE EL CIELO, tampoco quiero ver a Robert Pattinson susurrándole a Bella al oído que quiere estar con ella para siempre y no quiero volver a leer un puto libro de Federicco Moccia o Blue Jeans. Yo quiero vivir todo eso. Quiero que mi vida sea como una peli o un libro de amor. Quiero saber como se sienten los personajes, quiero enamorarme, perder la cabeza y hacer locuras. Quiero que alguien se fije en mi y quiero SER LA PROTAGONISTA DE MI PROPIA HISTORIA. Quiero poner un candado en el puente del río Milvio en Roma, saber lo que se siente cuando te dan un beso de verdad, cuando te abrazan por la cintura mientras vas por la calle o cuando te susurran al oído te quiero. Quiero que mi historia no acabe nunca, pero que si lo hace, acabe con un largo y dulce beso mientras aparecen los creditos en blanco sobre el cielo azul celeste y suena la canción del cantante de moda.