viernes, 16 de diciembre de 2011

He vivido alguna vez lo que está pasando...

No se como acabará todo al final. Seguramente cenando gratis durante cinco años gracias a las apuestas que tengo con una amiga y que voy a ganar. Lo más gracioso es que aún así me gustaría perderlas. Estoy harta de todo: de vivir mi vida por vivirla, sin hacer cosas que realmente me importen; de estar deprimida 25 horas al día, 8 días a la semana y 13 meses al año; de salir por obligación, por no quedar mal o porque piensen q soy rara porque odio ir de fiesta; de que no me salga nunca nada bien y que a todo el mundo le salgan las cosas mejor que a mi... Podría seguir con la lista hasta llenar varios folios pero todo seguiría igual, no serviría de nada. Y aunque no me guste admitirlo, sé que no es mi vida la que tiene que cambiar, soy yo. El problema es que no se como hacerlo. 

miércoles, 7 de diciembre de 2011

So I watch my life in pictures...

Mi vida es así, una puta serie de fotografías que cuentan una historia que no vale ni para un libro malo. Vivo en el pasado, mirando constantemente esas imágenes y pensando en lo bien que estaba entonces, en que todo era perfecto y que me gustaría volver atrás en el tiempo. El problema es, que viviendo en el pasado me pierdo el presente. Cuando miro las fotos me doy cuenta de que entonces pensaba, exactamente igualmente que ahora, que probablemente dentro de unos meses todo iría mejor, y mira ahora, que no es que no haya mejorado, es que todo ha ido a peor. Poco a poco se ha derrumbado todo mi  mundo y a mi alrededor solo quedan unas pocas cosas en pie. Lo más gracioso de todo esto es que ahora que me doy cuenta de que hay que aprovechar el presente, ya no me queda nada que aprovechar. No se si será por mi tendencia a ver todo de color negro o simplemente porque las cosas son así y no hay nada que hacer.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Ojalá me equivoque...

Muchas veces me imagino mi vida dentro de unos cuantos años. Se podría decir que más que en el presente vivo en el futuro y la mayoría de cosas las hago para conseguir lo que quiero. Cuando pienso en como será todo entonces, siempre me imagino lo mismo. Los años de la universidad compartiendo piso con mi mejor amiga, porque a pesar de todas las dificultades, hemos sabido seguir juntas. El típico piso en el centro, en plan comedia romántica en la que viven las protas y se lo pasan genial. Años más tarde, creía que acabaría viviendo en Londres, y aunque sé que probablemente ella no vendría conmigo y nuestros caminos se separarían, seguiríamos en contacto y nos visitaríamos.

Ahora sé que esto no va a ser así, que, con suerte, seguiremos siendo amigas los dos años que quedan de bachiller, pero que cuando se acabe el instituto, se acabara también nuestra amistad. Que no viviremos juntas ni viajaremos pro Europa visitando ciudades maravillosas porque eso sólo pasa en mis libros. Aunque no me guste admitirlo, probablemente cuando pase un tiempo ni siquiera se acordará de mí pero, a pesar de ello, también sé que dentro de unos años, el día 14 de septiembre buscaré esta entrada de este blog y me acordaré de los buenos momentos, de los enfados, las tonterías y todas las cosas que ha hecho por mí.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Bye bye love ♥

En la pantalla del ordenador aparecen unos créditos blancos sobre un cielo azul celeste mientras suena una canción del cantante del momento. Acaba otra de esas películas que veo de vez en cuando (o cada poco) aunque no entienda por qué me gustan si lo único que hacen es deprimirme aún más. Estoy hasta las narices de todas las historias de amor que siempre terminan igual, con los protagonistas dándose un largo beso después de darse cuenta de que están hechos el uno para el otro. No quiero ver a Mario Casas sin camiseta (bueno, eso no es del todo cierto XD)  diciendo que se siente A TRES METROS SOBRE EL CIELO, tampoco quiero ver a Robert Pattinson susurrándole a Bella al oído que quiere estar con ella para siempre y no quiero volver a leer un puto libro de Federicco Moccia o Blue Jeans. Yo quiero vivir todo eso. Quiero que mi vida sea como una peli o un libro de amor. Quiero saber como se sienten los personajes, quiero enamorarme, perder la cabeza y hacer locuras. Quiero que alguien se fije en mi y quiero SER LA PROTAGONISTA DE MI PROPIA HISTORIA. Quiero poner un candado en el puente del río Milvio en Roma, saber lo que se siente cuando te dan un beso de verdad, cuando te abrazan por la cintura mientras vas por la calle o cuando te susurran al oído te quiero. Quiero que mi historia no acabe nunca, pero que si lo hace, acabe con un largo y dulce beso mientras aparecen los creditos en blanco sobre el cielo azul celeste y suena la canción del cantante de moda.







martes, 8 de noviembre de 2011

Singing Out Loud

Probablemente si un día te encuentras conmigo por la calle te preguntarás algo en plan: ¿qué haces con tu vida?, y es que seguramente verás a una chica bajita, con unos cascos Wesc rosa fuccia moviendo los labios como una loca y poniendo caras rarísimas. Yo soy así, me gustan mis cascos porque me los regaló mi hermana, son grandes y no se me caen de las orejas. Pero además, me encanta ir por la calle cantando motivadísima canciones de Pereza, y aunque me contenga para no gritar cada frase de cada canción, no puedo evitar tararearlas e imaginarme que estoy en el concierto. En esos momentos en los que voy por ahí a mi puta bola, sin importarme por una vez lo que piensen los demás, me olvido de mis problemas o preocupaciones y me conformo con bailar un rato con la felicidad.



lunes, 31 de octubre de 2011

The story of my life

Suena el despertador, las siete de la mañana de un día cualquiera. Me levanto y abro la ventana, el cielo está gris, como siempre, y como cada mañana se dibuja una sonrisa en mi cara. Me acerco a la cocina y me tomo una taza de leche caliente con colacao, sí, tengo 23 años y sigo prefiriendo el colacao al café de las mañanas. Me doy una ducha rápida, me visto con lo primero que saco del armario, cojo las llaves del coche y salgo por la puerta de casa. Voy a trabajar al hospital exactamente igual que cada día del medio año que llevo aquí. A eso de las 12 cojo el sándwich que me he preparado, me compro una coca-cola zero y salgo a comer. Mi amiga está esperándome en la puerta y después de saludarnos vamos a Central Park. Nos sentamos en la hierba mientras damos pequeños bocados al almuerzo. Cuando terminamos, compramos un capuccino en uno de los quioscos del parque y cuando nos lo acabamos vuelvo el trabajo. A las cinco termino mi horario y allí está él, en la esquina de la calle, como cada tarde. Nos damos un largo beso y subimos al coche, me lleva a su casa donde tiene la mesa puesta y la cena preparada. Luego nos sentamos en el sofá a hablar del día mientras nos besamos y acariciamos a la luz de la luna. Cuando notó que estoy cansada, nos despedimos, vuelvo a mi casa y, tras ponerme el pijama, me voy a dormir. Vuelve a comenzar la rutina.

Me gustaría pensar que dentro de unos años mi vida será así, pero lo más probable es que ninguna de las cosas que acabo de escribir lleguen a pasar alguna vez, y que, para variar, ocurra algo como en una película. Una en la que la protagonista es torpe y despistada, no tiene ninguna relación seria ni muchos amigos de verdad. Una en la que la chica se va a Londres a cumplir sus sueños y acaba trabajando de camarera. En la película la chica se enamora de su mejor amigo y después de muchos años, se dan cuenta de que se quieren y viven felices durante un tiempo hasta que la chica muere atropellada por un camión. Cualquiera que piense que las cosas de las películas no pueden ocurrir en la realidad tiene razón, no porque no voy a acabar atropellada por un camión (aunque probablemente sea un autobús), sino porque yo no voy a encontrar al amor de mi vida de un día para otro, ni voy a conseguir cumplir todos mis sueños.


lunes, 17 de octubre de 2011

A veces soy imposible, pero solo a veces

Soy una pesimista sin remedio que puede encontrarle el lado negativo a lo más maravilloso del mundo. Creo que es mi forma de estar preparada para las cosas malas, en fin si pienso siempre lo peor, no me llevare una sorpresa. Soy torpe, no hay otra manera de explicarlo, mi vida es un constante deporte de riesgo, me doy contra todas las farolas de la calle, me tropiezo con cualquier cosa que se ponga en mi camino, estoy a punto de morir atropellada unas 80 veces al día y no intentes que sujete algo más de tres segundos seguidos porque es una tarea inútil, acabará en el suelo. La gente me considera una empollona, aunque eso no es verdad, me gusta salir tanto como a cualquiera y me da igual ir de fiesta donde va todo el mundo que tomar un café en un rincón escondido de la ciudad. Me gusta ayudar a los demás en todo lo que puedo y mis amigas te diran que soy alguien en quien se puede confiar. Lo daria todo por ellas, incluso por aquellas que se que no darian nada por mi, pero que le vamos a acer, a veces de buena, soy tonta. Me encanta viajar, visitar nuevos sitios y descubrir todos sus rincones secretos. Mi ciudad favorita es Londres, y si hay algo que tengo claro, es que dentro de unos años viviré alli, saldré todos los días a la calle, mirare al cielo y una sonrisa iluminará mi cara al encontrarme con ese mar de nubes grises, porque al contrario que los demás me encantan los días lluviosos y nublados (aunque a mi pelo no tanto). Supongo que se puede decir que mi primera impresión es difícil, pero estoy segura que si te arriesgas a conocerme no te arrepentirás.